Experiencias presenciales en Brasil

Este espacio es a la vez familiar y público, ya que es una de las sedes de la Escuela de Sostenibilidad Integral. Aquí es donde se dá vida a las acciones y las esperanzas de un futuro mejor para la Tierra y sus hijos e hijas. Por eso es necesario desarrollar normas para que el propósito de esta parte del mundo pueda crecer y dar más frutos aún. Invitamos a las personas que quieran  visitar o vivir aquí a reflexionar sobre lo que pretendemos poner en práctica y  a ayudarnos a materializar más aun  sus principios.

Personas que:

• Amen y respeten la naturaleza, se sientan parte de ella y quieran participar en su regeneración;
• Buscan profundizar en la práctica el sentido del Buen Vivir Andino, donde el bienestar de cada persona está ligado al bienestar de la comunidad y de la Naturaleza;
• Respetan y cooperan con la dinámica ecológica del lugar. Cada una de las siguientes actividades requiere un trabajo “invisible” para los visitantes en términos de clasificación de basura, compostaje, fabricación de ladrillos ecológicos con residuos plásticos, uso de baños secos, siembra, mantenimiento y cosecha de alimentos orgánicos, adopción de medidas para reutilizar y reducir el consumo de agua, ahorro de energía, fabricación de productos de limpieza naturales, etc. Observa y ofrécete a ayudar siempre que sea posible;
• Participar activamente -y con alegría- en la dinámica cooperativa de mantenimiento de las instalaciones.  En esta cooperación, todos pueden sentirse invitados a participar en la preparación de la comida, la limpieza de las instalaciones, etc.
• Pueden participar en las actividades de producción ecológica del lugar en función de sus capacidades: plantar árboles, cuidado de la huerta y el huerto, así como preparación de frutos secos, verduras y hierbas y mermeladas, reparaciones para el bien colectivo y otras actividades dentro de la dinámica comunitaria del sitio;
• Se dan cuenta de hasta qué punto la Madre Naturaleza sufre por el consumo desenfrenado y respetan las reglas de la casa de residuo cero, evitando envases y residuos y entrando en dinámicas de reutilización, reciclaje, compostaje, elaboración de mosaicos, etc.
• Intentan practicar la “sobriedad feliz” en cuanto al consumo y al uso del tiempo y la energía, evitando los excesos en la comida, el trabajo, el alcohol, y las compras.
• Comprenden que la única forma  de cambiar los rezagos del sistema esclavista brasileño es renunciar al deseo blanco ancestral de ser servido. De igual forma,  se ocupan de si mismos y del colectivo usufructuando de los servicios de los colaboradores del Sitio del futuro como uma dádiva a ser gentilmente agradecida.;
• Respetan a los animales  y buscan valorizar la oportunidade de um regímen vegetariano em cuanto estuvieren en el Sitio del Futuro;
• Observan la tradición de horários de trabajo y descanso de la región de la Gruta y buscan adecuarse a ella ( de 7 a las 12 horas, almuerzo de 12 a 13 horas, y retorno al trabajo de 13 a 16 horas, com respeto a los moradores locales;
• Conocen la importância de los momentos de retiro y de rituales diversos para el crecimiento individual y colectivo. Buscan integrarse a los rituales, o, si no es posible, respetan la dinâmica en curso en silencio y discreción;.
• Entienden que la convivência humana es el mayor desafio para el crecimiento personal y colectivo, y participan en las rondas  de conversaciones para la resolución de conflictos de forma franca, com escucha compassiva y amorosa;
• Saben valorar y agradecer participar em este pedacito de nuevo mundo: ecológico, cooperativo,  sereno y consciente;

Para las personas que tienen otras convicciones  y hábitos y no se disponen a participar activamente em la dinâmica propuesta, este lugar no es el mejor. El mundo es vasto y tiene lugar para todas y todos.